Osteopenia y Osteoporosis: Conocerlas para prevenirlas

Osteopenia y Osteoporosis: Conocerlas para prevenirlas

Osteopenia significa “menos hueso”, es un escalón previo a la osteoporosis y se presenta de forma más frecuente. Es una disminución de la masa ósea relativamente leve que si es detectada en forma temprana, es controlable y muchas veces puede revertirse. Osteoporosis quiere decir “hueso poroso”, es una enfermedad que provoca la disminución de la masa ósea y de su resistencia y la predispone a fracturas. No tiene un comienzo bien definido, es silenciosa; en algunas oportunidades suele hacerse visible cuando se presentan fracturas de cadera, muñeca, o de columna, y en otros casos cuando se presentan síntomas de dolor en las caderas, perdida de la estatura o encorvamiento de la columna vertebral, ya que los huesos se debilitan y se comprimen.

¿Por qué se produce la osteoporosis?

El hueso es un tejido dinámico caracterizado por un constante recambio de calcio. Dentro de este tejido hay células llamadas osteoclastos que rompen el hueso y sacan el calcio para llevarlo a la sangre para que sea utilizado para otras funciones;  mientras que otras células llamadas osteoblastos depositan calcio y forman nuevamente hueso.

La formación de la masa ósea se realiza en la niñez y la adolescencia; y hasta aproximadamente los 30-35 años se genera y se guarda hueso de manera eficiente, siendo la formación de hueso nuevo más rápida que la destrucción del hueso viejo. A partir de esta edad tanto hombres como mujeres van perdiendo mas calcio del que se recupera y los huesos van perdiendo densidad.

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¿Quien puede desarrollar osteoporosis?

El capital óseo y su conservación depende de múltiples factores:

  • Edad; en la adultez los huesos pierden densidad.
  • Sexo y hormonas sexuales; las mujeres tienen mayor posibilidad de presentar osteoporosis que los hombres ya que tienen menor cantidad de tejido óseo y lo pierden más rápidamente debido a los cambios hormonales que se producen en la menopausia.
  • Estructura ósea y peso corporal; las mujeres delgadas y de contextura ósea pequeña, o aquellas que están por debajo de un peso saludable.
  • Medicamentos; corticoides y medicación tiroidea.
  • Estilo de vida; tienen menos posibilidad de tener osteoporosis aquellos que no fuman, no consumen bebidas alcohólicas, realizan actividad física e incorporan a su alimentación diaria una cantidad adecuada de calcio.
  • Herencia; la predisposición a fracturarse puede heredarse.

¿Cómo puedo prevenir la osteoporosis?

El cuerpo no produce calcio por lo tanto debe incorporarse con la alimentación. Una persona adulta para reconstruir y mantener sus huesos fuertes necesita consumir diariamente 1.000mg. de calcio, así como también fósforo, magnesio, fluor, cobre y vitaminas D, C y A.

¿Cómo puedo cubrir estas recomendaciones?

Consumiendo alimentos ricos en:
Calcio; que se encuentra en los lácteos (leche, queso, yogur, ricota, etc.), espinaca, radicheta, brócoli, frutas secas, legumbres y sardinas. Opciones para cubrir  diariamente su recomendación:

  1. 500 cc. de leche, 200 cc. de yogur, 30 gr. de queso por salut
  2. 300 cc. de leche, 200 cc. de yogur, 50 gr. de queso por salut, 30 gr. de queso blanco descremado
  3. 1 actimel, 250 cc. de leche, 200 cc. de yogur, 50 gr. de queso por salut.
  4. 1 actimel,  500 cc. de leche, 150 cc. de yogur, 50 gr. de ricota

Vitamina D; se encuentra en el hígado, yema de huevo y lácteos fortificados, a su vez la obtenemos con 15 minutos de exposición al sol; esta vitamina permite la absorción y fijación del calcio.

Vitamina C; está presente en los cítricos (mandarina, naranja, pomelo, limón), ají, melón, brócoli, zanahoria y tomate.
Produce la síntesis de una proteína (colágeno) que forma parte de los huesos.

Vitamina A: la encontramos como tal en la yema del huevo, lácteos, peces grasos, hígado y como pro vitamina A en frutas y verduras de color amarillo y naranja como la zanahoria, durazno, damasco, batata, melón y también en verduras de hojas verdes.

¿Hay alimentos que pueden intervenir en la absorción del calcio?

Es importante conocer que hay alimentos y bebidas que interfieren y otros que favorecen la absorción del calcio.

Interfieren en la absorción del calcio:

  • El consumo en exceso de proteínas de origen animal, de sal, alcohol y de fibra.
  • La fibra si no es consumida con moderación interfiere en la absorción intestinal del calcio.
  • Las xantinas y cafeínas que se encuentran en el café, te, mate, cacao y bebidas cola.
  • Al combinar el chocolate con la leche se puede llegar a perder hasta un tercio del calcio ingerido.

Favorecen la absorción del calcio:

  • El adecuado aporte de las vitaminas mencionadas sobretodo el de la vitamina D.
  • La exposición al sol.
  • La actividad física contribuye en la absorción del calcio y en desarrollar la masa y la densidad de los huesos durante la etapa de crecimiento y ayuda a las personas mayores a disminuir la perdida de masa ósea, a mejorar el equilibrio y la coordinación para evitar caídas y prevenir fracturas; por lo que se recomienda al menos caminar diariamente durante 30 minutos.

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En conclusión podemos decir que si realizamos actividad física de forma regular, tenemos una cuidada  exposición de la piel al sol  durante 15 minutos en forma diaria, y nos alimentamos siguiendo una dieta variada y equilibrada en nutrientes cubrimos las recomendaciones mencionadas; pero debemos tener presente la importancia de consultar a un profesional para asesorarse sobre como cubrir los requerimientos particulares de calcio ya que varia según la edad, el sexo, el estado biológico (crecimiento, embarazo, etc.) o si se presenta una patología ósea.

 

Lic. Sandra Villarreal

Área de Nutrición

La Posada del Qenti

Monitorizar los niveles de hidratación predice problemas de salud graves

Monitorizar los niveles de hidratación predice problemas de salud graves

Expertos nacionales e internacionales debaten los usos más recientes de la bioimpedancia para clasificar la hidratación.

La monitorización de los niveles de hidratación del cuerpo humano podría ayudar a detectar por anticipado problemas de salud graves. Ésta fue una de las conclusiones de un estudio presentado durante el panel ‘Hidratación y composición corporal: salud, función y modelos’ del 10th International Symposium on Body Composition, celebrado en Cascasi, en Portugal, y organizado por la Facultad de Motricidad Humana (FMH) de la Universidad de Lisboa.

Según explicó el profesor Henry C. Lukaski, investigador del Departamento de Kinesiología y Educación de Salud Pública de la Universidad de Dakota del Norte, en Estados Unidos, “la bioimpedancia es capaz de monitorizar cambios en la hidratación de pacientes sometidos a diálisis y anticipar futuras complicaciones. También puede identificar individuos con retención de líquidos y dificultades respiratorias. En otros casos podrá ayudar a detectar individuos con exceso de hidratación asociado a una insuficiencia cardíaca aguda».

El experto también apuntó que «otros usos positivos de la bioimpedancia pueden conducir a una identificación adecuada de las alteraciones en la hidratación entre las poblaciones más vulnerables. A través de este método es posible identificar individuos que tienen una hidratación inadecuada y que pueden estar en riesgo en términos de función mental o sufrir complicaciones con determinadas dosis de medicamento».

El método de bioimpedancia evalúa el porcentaje de grasa, materia magra e hidratación en el cuerpo humano y permite calcular la franja ideal de peso para el individuo según su sexo y edad. “El futuro de la bioimpedancia en la clasificación de hidratación es prometedor. Numerosas aplicaciones en la medicina y la detección de posibles grupos de riesgo como los ancianos y los niños pueden ser objetivos de una mayor investigación», concluye el investigador.

Además del profesor Henry C. Lukaski, el simposio contó con las intervenciones del profesor Dale Schoeller, de la Universidad de Wisconsin, y de la doctora Diana Thomas, de la Universidad de Montclair, ambas en Estados unidos.El doctor Dale Schoeller presentó los resultados de su investigación sobre la adecuación de la ecuación del equilibrio energético. Según este experto, «determinar la relación entre el peso corporal y la cantidad de alimentos que consumimos es fundamental para comprender el exceso de aumento de peso a medida que envejecemos, así como las pérdidas durante el tratamiento de la obesidad. Esta relación es complicada, porque nuestro cuerpo se divide en dos componentes principales: masa libre de grasa, que está compuesta principalmente por agua, más proteína y algunos componentes menores, y la masa grasa, que es íntegramente grasa.”.

Tal como detalló Schoeller, «el agua es el nutriente más importante para la vida y constituye casi de la mitad a dos tercios del peso del cuerpo. Realizar la medición de los cambios corporales no es fácil. Aún es reciente el desarrollo de métodos para medir el agua del cuerpo y sus dos principales componentes intra y extracelulares que permiten sus mediciones en situaciones clínicas generales».

 

Fuente: www.jano.es

¿Cómo influye la nutrición en el envejecimiento?

¿Cómo influye la nutrición en el envejecimiento?

En numerosas ocasiones se habla de envejecimiento como un proceso inevitable, sildenafil intrínsecamente ligado al deterioro físico y desvinculado de los hábitos diarios que las personas mantienen desde su juventud. Sin embargo, pill estudios científicos revelaron que en ello reside el gran error: los hábitos condicionan el modo de envejecer.

En la actualidad, las terapias y tratamientos antienvejecimiento han invadido los espacios. A pesar de su comprobada eficacia, numerosas organizaciones y centros médicos han comenzado la cruzada de concientizar a la población acerca de la importancia de implementar rutinas y hábitos saludables durante toda la vida para cambiar el modo en que se enfrenta el paso del tiempo. La importancia de ejercitar el cuerpo, de evitar situaciones de estrés y de alimentarse correctamente, son algunas de las informaciones más difundidas al respecto.

La nutrición tiene un papel fundamental en el modo en que el cuerpo envejece. A pesar de que su impacto parezca menor, es en realidad uno de los factores cruciales en relación al envejecimiento.

Estudios científicos revelaron que la ingesta adecuada de nutrientes y sustancias orgánicas, ayuda al cuerpo a mantener estables sus funciones fisiológicas, a conservar sus tejidos y favorece la regeneración de las células. Las frutas y hortalizas son una fuente importante de vitaminas y antioxidantes, sustancia que evita la formación de radicales libres. Estos últimos son conocidos por favorecer la oxidación de los tejidos y acelerar el deterioro de los órganos, acrecentando los signos del envejecimiento. Los radicales libres provocan daños celulares que favorecen el desarrollo de enfermedades como el cáncer.

Del mismo modo, la ingesta de cereales y legumbres, ayuda al cuerpo a conservar la elasticidad y flexibilidad de sus músculos. Aportan fibra y antioxidantes que contribuyen a combatir el deterioro celular.

Como contrapartida, se ha comprobado los efectos nocivos de la ingesta excesiva de grasas y frituras. Las grasas, presentes en comidas rápidas por ejemplo, contribuyen al aumento del colesterol, incrementando el riesgo de accidentes cardiovasculares. Además favorecen la obesidad, enfermedad que conlleva una progresiva pérdida de las funciones fisiológicas del cuerpo.

La nutrición tiene un rol crucial en el envejecimiento, determinando las condiciones en que éste se manifestará. Una nutrición adecuada, balanceada y rica en antioxidantes es la clave para enfrentar con salud el paso del tiempo

Fuente: www.linfar.com

 

Las industrias que amenazan nuestra Salud

Las industrias que amenazan nuestra Salud

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Existen 2 grandes industrias, ask lideradas por grandes corporaciones (salvo pocas excepciones), que en formas diversas afectan nuestra salud. Por su fuerza económica y poderío mediático, estas industrias provocan gran cantidad de enfermedades y patologías, ya sea de forma directa y evidente o de forma sutil e inadvertida.

Ambas se presentan camufladas con un cuidadoso maquillaje, aparentando formas amigables y emparentadas a la salud: una es la Industria Alimentaria, y otra la Industria Farmacéutica.

Las empresas más importantes del mundo ( 1%), migraron a la alimentación y entre ellas controlan el 40% del consumo total del mundo.

En nuestra vida diaria, es innegable el avance de ambas, y solo basta con mirar en nuestras alacenas, y encontraremos una enorme cantidad de productos industrializados, y en nuestros botiquines remedios que intuimos como sanos y beneficiosos por el hecho de ser de “venta libre”.

Podemos ver muchos casos en donde la industria alimentaria, movida principalmente por las grandes Corporaciones, se ve nutrida de capitales de diversas índoles, pero en países como EEUU, se valen de fondos que provienen de la industria tabacalera, la cual provocó, y aún provoca, gran cantidad de muertes en el mundo. La falta de criterios basados en la vida saludable, y en muchos casos, la falta de ética, suelen ser denominadores comunes asociados a estos capitales.

Es fácil ver en las publicidades, que se ponen de manifiesto aspectos positivos de los productos, con producciones cinematográficas y tecnologías digitales, que captan la atención de nuestros niños y mayores; generando expectativas desmedidas, o asociando valores que nada tienen que ver con el producto ofrecido, y en algunas ocasiones hasta falseando verdad o escondiendo aspecto negativos. Como por ejemplo avalando que los niños crecerán mejor si consumen ciertos postres o suplementos y no inculcando la alimentación saludable; o relacionado una «buena familia» al consumo de ciertas bebidas, como si existiera relación alguna, solo por nombrar algunos casos.

Los alimentos industrializados, a diferencia de los naturales, son los que han sido procesados de diversas maneras, para elaborar productos que permanezcan en buen estado de conservación, aún después de un tiempo de ser producidos.

El «moderno estilo alimentario industrializado», genera en muchos individuos, las bases de un desorden sistémico que altera negativamente nuestra función metabólica y a todo el organismo en general. El procesamiento industrial afecta sustancialmente a los alimentos, privándolos de nutrientes fundamentales y agregando sustancias indeseables, siendo la fibra alimentaria una de las víctimas principales en los procesos industriales.

En el año 1900 las causas de muerte en EEUU eran en orden de importancia: Tuberculosis, Neumonía, enfermedades diarreicas, cardíacas, hepáticas, cáncer, bronquitis, y difteria. 100 años más tarde, con la introducción de los alimentos industrializados con azúcares, edulcorantes, sales, conservantes, antibióticos, colorantes y toda una serie de químicos; incluso en algunos casos adictivos; sumado a la proliferación de comidas rápidas, han alterado junto a otros factores el orden de importancia de las causas de muerte. Hoy el orden es: enfermedades cardíacas, cáncer, enfermedades pulmonares, accidentes, diabetes, suicidios, afecciones renales y hepáticas. Estas enfermedades tienen, en muchos casos, un denominador común: la mala alimentación y el sedentarismo.

Lo mismo pasa con la industria farmacéutica, la cual experimenta cada vez más con nuevas drogas con el afán de «mejorar nuestro organismo». No podemos ser hipócritas, ni negar que muchos fármacos han ayudado de manera enorme a la salud, y a la longevidad. Pero la falta de controles, el consumo y venta desmedido (en muchos casos de medicamentos sin sus respectivas recetas), el acceso masivo a «medicamentos de venta libre» que provocan automedicación alarmante, y los incentivos a médicos por parte de laboratorios para recetar cada vez más remedios, son algunas de las cosas que están opacando los avances de esta industria, y nos llevan al borde de la famosa frase: «Peor el remedio que la enfermedad».

Luego de 18 años habiendo recibido más de 15.000 huéspedes de todo el país y del extranjero, podemos afirmar que lo que exponemos precedentemente es lamentablemente cierto.

Dr. Christian Leiva – Director Médico – La Posada del Qenti – www.qenti.com

Vida Saludable: ¿por qué cuidarse desde joven?

Vida Saludable: ¿por qué cuidarse desde joven?

¿Sabías que para llegar a la tercera edad en perfectas condiciones físicas y mentales hemos de empezar a cuidarnos desde los treinta años?, this site muy diversos expertos coinciden en esta teoría para reafirmarse en la necesidad de adoptar hábitos de vida más saludables.

Hoy en día, la ingesta diaria de alimentos ricos en grasas poliinsaturadas y de procedencia industrial se convierten en uno de los principales enemigos de nuestra salud, ya que su elevado contenido en azúcares refinados y poder calórico aumentará las grasas retenidas en nuestro organismo.

La obesidad, en este sentido, es uno de las principales causantes de las muy diversas enfermedades que podremos sufrir a medio o largo plazo si no sabemos actuar a tiempo y adoptar una actitud de vida mucho más saludable, combatiendo el sedentarismo e incorporando alimentos más saludables a nuestra dieta diaria.

Tal y como puedes comprobar, el deporte y la alimentación son dos de las claves fundamentales para lograr un estilo de vida más saludable. A estos dos pilares básicos hemos de añadir un tercero, que muchas veces pasa desapercibido: consiste en decidar parte de nuestro tiempo al ocio y a desconectar de nuestros problemas y preocupaciones diarias que no hacen , otra cosa, que incrementar nuestros niveles de estrés, otro causante de muy diversas afecciones que pondrán en riesgo nuestra salud.

En este sentido, los ejercicios de relajacion, clases de meditación o, simplemente, el mero hecho de acudir a un entorno natural y fusionarnos con la tranquilidad y paz que nos aporta la Madre Tierra será algo especialmente reconfortante para nuestro cuerpo y espíritu.

De esta forma, cuando lleguemos a la Tercera Edad, según confirman muy diversos expertos médicos al respecto, podremos encontrar en unas condiciones de vida más saludables.

 

Fuente: www.cosasdesalud.es

Conozca su riesgo cardiovascular

Conozca su riesgo cardiovascular

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*Cortesía del Ministerio de Salud de La Nación

Está ampliamente demostrado en las estadísticas mundiales que la patología cardiovascular es la principal causa de mortalidad y de morbilidad en el mundo entero.

A pesar de haberse logrado progreso en los métodos diagnósticos y en los terapéuticos (la mayoría invasivos y llegando en etapas tardías de la enfermedad), side effects la prevención como solución realmente efectiva para esta “enfermedad cardiovascular global”, está fracasando.

Recientemente se publica el NAHNES, relevamiento epidemiológico en EEUU. En sus conclusiones se evidencia:

  • La enfermedad cardiovascular pasa de   8,1    a   10,4%
  • Diabetes                                                           “7,9    a   10,5%
  • Hipertensión arterial                                  “33     a    37,1%
  • Dislipidemias                                                 “30,2  a    37,7%

Así mismo los factores de riesgo para esta enfermedad y dentro del mismo período varía de la siguiente forma:

  • La obesidad de 28 a 36%.
  • La actividad física menor a 12 veces por mes, de 53 al 43%.
  • El tabaquismo se mantiene en un 26,9%.
  • El consumo de frutas y verduras del 46 al 26%.
  • El alcohol de 40 al 52%.
  • La adherencia total a los cambios de hábitos saludables baja del 15  al  8%.

En el análisis de esta falta de resultados en las estrategias preventivas podemos enumerar varias:

  • Penetración exitosa en las personas de hábitos riesgosos para  la salud, por parte de la sociedad de consumo (sedentarismo, stress, tabaquismo, comida chatarra, etc).
  • Aspectos culturales difíciles de cambiar.
  • Malas estrategias institucionales.
  • Malas estrategias de los agentes de salud para inducir los cambios.
  • Sistema de salud cada vez más despersonalizado y con escaso tiempo dedicado al paciente en cada consulta.
  • Sistemas sanitarios basado en el lucro y no en la salud.
  • Falta de compromiso en sostener desde el estado medidas preventivas.

Además de todo lo enumerado se deben considerar los aspectos fundamentales en lo que se refiere a la relación médico-paciente.

Se le indica a la persona “lo que tiene que hacer” y no se lo “re educa y acompaña al cambio propuesto”.

La salud cardiovascular solo es una parte de la salud integral de cada ser humano, entendiendo que dentro de este concepto se encuentra una persona conformada por la interacción de un sistema orgánico, intelecto, sentimientos, convicciones culturales, medio social y familiar y necesidades de expresión para su crecimiento y realización personal.

El desafío es contemplar a las personas, sanas o enfermas, desde este punto. No solo desde un cuerpo al que debemos curar, mejorar o mantener sano.

Cada persona es  un ser humano con determinada carga genética que interactúa con el medio que lo rodea creando “su cultura” y por lo tanto “sus hábitos”.

La cultura en la mayoría de las sociedades, con una fuerte impronta de las religiones (o mejor dicho de sus instituciones), alejan la atención sobre el propio cuerpo, su constitución y su funcionamiento. La mirada se dirige a otros intereses, se lo subestima y se lo oculta.

Sumado a una sociedad de consumo donde el cuidado de la salud y la prevención solo es una frase que queda bien; distrayendo la atención a otros temas “más convenientes y redituables para algunos”.

Mientras tanto el equipo de salud se forma desde la perspectiva técnica y cientificista, con una tendencia a las “especialidades” perdiendo aún más la visión integral de nuestro paciente.

La medicina debería ser considerada en realidad como un arte, que utiliza una ciencia para lograr mantener o restablecer la salud de las personas, pero con una actitud distinta a la puesta en práctica por la generalidad de los sistemas sanitarios.

Si se sigue tratando de forzar cambios fuera de los intereses de las personas, nada se logrará.

¿Entonces cómo hacer para encontrar una solución a este problema?

La prevención de la patología cardiovascular, debe considerar una manera más eficaz y sostenible que las instauradas hasta el momento. Las proyecciones epidemiológicas reflejan que la enfermedad cardiovascular global, se puede disminuir de un 63% (como lo es en la actualidad) a un 31%, realizando hábitos saludables y controlando los factores de riesgo.

La reeducación en salud, considerando todos los aspectos humanos que la conforman, es la forma adecuada. Basados en cambiar hábitos y crear conciencia en el autocuidado con una responsabilidad individual para sostenerlos.

Esta educación comienza desde antes del nacimiento. Cada futuro padre debe tener este compromiso de iniciar una educación de su hijo “en salud”. Debe comprometer a la familia, a la escuela, a la sociedad y fundamentalmente a las instituciones de gobierno, para poder sostener y contener estas necesidades.

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