La Obesidad, ¿Puede llevarnos a padecer Cáncer?

La Obesidad, ¿Puede llevarnos a padecer Cáncer?

Existe una relación entre la obesidad y los riesgos de contraer cáncer en algunos órganos de nuestro cuerpo, esta se da a través de cambios hormonales (especialmente en mujeres) y el tejido adiposo ya que si este aumenta es considerado como tejido inflamatorio con la consecuencia de mutar, transformar o dañar células y otros tejidos. A través de una mala alimentación se produciría una resistencia a la insulina con cambios en el aparato digestivo también. De esta manera cánceres que son hereditarios, aunque la persona no los tenga como antecedentes heredo familiares, puede padecerlos si presenta obesidad.

Según la OMS varios estudios han explorado por qué el sobrepeso o la obesidad pueden aumentar el riesgo y desarrollo del cáncer. Los posibles motivos por los que la obesidad está relacionada con el cáncer incluyen los siguientes:

  • Aumento de los niveles de insulina y del factor de crecimiento insulínico tipo 1, lo que puede contribuir para que algunos tipos de cáncer se produzcan.
  • Inflamación crónica de nivel bajo, la cual es más frecuente en las personas con obesidad y la cual se encuentra relacionada con un aumento en el riesgo de cáncer.
  • Cantidades más elevadas de estrógenos producidas por el tejido graso, lo que puede desencadenar el crecimiento de algunos tipos de cáncer, como el cáncer de mama o de endometrio.
  • Las células grasas también pueden afectar los procesos que regulan el crecimiento de las células cancerosas.

Los tipos de cáceres que más se asocian con la obesidad y sobrepeso son:

  • Ca. de esófago
  • Ca. de páncreas
  • Ca. de colon y recto
  • Ca. de mama
  • Ca. de endometrio
  • Ca. de riñón
  • Ca. de tiroides
  • Ca. de vesícula  biliar
  • Ca. de próstata
  • Ca. de ovarios
  • Ca. de hígado
  • Ca. de mieloma
  • Ca. de linfoma

La forma de tener menos índice de cáncer relacionados con la obesidad incluye lo siguiente:

  • Un cambio en el estilo de vida. Primero, cambie los comportamientos para reducir la cantidad de alimentos que come y aumentar la actividad física, antes de considerar cualquier otro tipo de tratamiento de pérdida de peso.
  • Apoyo para el cambio en la conducta. En el caso de muchas personas, tener sobrepeso u obesidad es más complejo que simplemente comer demasiado o hacer poca actividad física. Es importante recibir apoyo de un nutricionista o un médico especializado procuando se intenta bajar de peso, para ayudarlo a hacer cambios saludables en su estilo de vida y mantenerlos a lo largo del tiempo.
  • Medicamentos. Generalmente, los medicamentos para bajar de peso se recomiendan solo cuando una combinación de dieta, actividad física y cambios en la conducta no han funcionado. O bien, si tiene otras afecciones médicas graves causadas por la obesidad.
  • Cirugía. La cirugía para bajar de peso, o cirugía bariátrica, es un término para varios procedimientos que hacen que el estómago de una persona sea más chico. Esta puede ser una opción para las personas con un IMC de 40 o más. O bien, para aquellas personas que tienen un IMC de 35 o más que tienen otra afección médica grave relacionada con la obesidad.

El fin último de estas metodologías es lograr dentro de los cambios de hábitos, una pérdida del 7 al 10% del peso corporal (en personas con sobrepeso u obesidad leve a moderada) y en caso de requerir una cirugía bariátrica, un adelgazamiento de 30% de la masa corporal conjuntamente acompañado por un cambio de estilo de vida.

Dra. Gabriela Tórtolo –  MP. 24052

Médica especialista en síndrome metabólico

La Posada del Qenti

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¿Cómo quitarnos esos kilos de más después de las fiestas?

¿Cómo quitarnos esos kilos de más después de las fiestas?

Se fue diciembre, mes de festejos, despedidas, brindis, excesos de comidas y de pronto cuando subimos a la balanza aparecen esos kilitos de más. ¿Cómo hacer ahora?

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Primero recuerda; cuando tengas festejos, comidas fuera de tu casa y encuentros con amigos, come lo justo, sin prohibición pero sin exceso, con moderación, disfrutando de cada bocado. Cuando disfrutamos de lo que comemos, utilizando todos los sentidos, la señal de saciación (sensación de sentirse lleno en el momento) llega al cerebro, registrandola y dejar de comer, por eso es importante comer despacio masticando bien cada bocado. Tu alimentación debe ser completa y balanceada por eso es importante tener una dieta variada, sin eliminar ningún nutriente. Debemos comer proteínas, carbohidratos y grasas (provenientes de aceites esenciales) a diario ya que cada una tiene una función especifica en el organismo.

Enero es un mes de mucho calor, ideal para aumentar el consumo de frutas y verduras, alimento fuente de vitaminas, minerales, fibra, antioxidantes y agua lo que facilita la eliminación de toxinas de nuestro organismo. Comenzar el día con un buen desayuno para cargarnos de energía, que incluya frutas, un lácteo descremado y un carbohidrato rico en fibra (panes integrales o de salvado, con semillas, etc.), también los licuados de frutas con agua o lácteos descremados son una buena opción para una merienda fresca y nutritiva.

Para el almuerzo elegir verduras (variar los colores), proteína de origen animal (carne vacuna magra, pescado, aves) y un carbohidratos complejo (como arroz, quinoa, ½ papa o 1 rodaja de batata) o legumbres. En la cena vuelve a elegir verduras y acompáñalas con una proteína o un carbohidrato. Condimentar las ensaladas con hierbas que te agraden, limón y 1 cucharada de aceite (si es de oliva o canola mejor por su contenido en aceites esenciales).

Recuerda siempre, si tienes registro de lo que comes y respetas la porción no hay excesos y si a esto lo acompañas con ejercicio “esos kilitos de más” de a poco irán desapareciendo.

Lic. Del Boca Maria Soledad
M.P 1998
La Posada del Qenti

Diez estrategias exitosas para bajar de peso

Diez estrategias exitosas para bajar de peso

Tips que destierran por completo la idea de las promesas mágicas para adelgazar y que promueven hábitos saludables.

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Para bajar de peso y mantenerlo, seguir una dieta restrictiva no suele ser lo más efectivos. En cambio incorporando una mejor calidad de vida, hábitos saludables, y, sobre todo, desterrando falsas creencias será más fácil liberarse de los kilos de más (y no recuperarlos). Te mostramos acá un decálogo de opciones, para poner de a poco en práctica.

1. Abandoná las dietas

El dietante crónico fracasa con el tiempo ya que, al pasar por estados constantes de hambre, el cuerpo activa un mecanismo de ahorro, manifestándose el fenotipo de la obesidad. Esto puede llevar a un cambio el en metabolismo y a hacer más difícil el descenso.
La principal recomendación es reemplazar de a poco la comida chatarra, con calorías vacías y excesos de azúcares, sodio, grasas saturadas y aditivos (que solo aumentan el apetito y la sed) por alimentos saludables y nutritivos. Otras medidas efectivas: disminuir de a poco las porciones y “el picoteo”, ajustando así la capacidad de nuestro estómago. Siempre, con un permitido semanal.

2. Cuidá tu digestión

Con el solo hecho de saborear, oler, visualizar los alimentos en el plato, masticándolos bien disgregándolos con nuestra saliva, el primer paso de la digestión estaría cumplido, llenando de alguna manera, lo que llamaríamos hambre cerebral. Entonces, el estómago y los intestinos recibirían el contenido listo para absorber y distribuir los nutrientes. También es importante conservar los horarios de las cuatro comidas básica.

3. Bajá las revoluciones 

El cortisol es una hormona relacionada con el estrés y también con el aumento de peso. Por eso, debe ser controlada. Para ello, es fundamental realizar actividad física, que además ayuda a elevar el nivel sanguíneo de endorfinas (una hormona relacionada con el placer), disminuyendo el tejido graso. Esto nos haría sentir con buen humor y enfermarnos menos.
4.  Elegí conscientemente tus alimentos

Un buen camino para cambiar los hábitos es comenzar a elegir los alimentos a por gusto y no por obligación. Sin prohibirse, sino cambiando, para lograr saciarse sin comer de más. Por ejemplo, 75 gramos de papas fritas (un cono pequeño) tienen 200 calorías vacías y equivalen a 600 grs. de brócoli, que producen mayor saciedad y aportan nutrientes importantes.

5. Tratá de identificar qué te llevó a engordar

El aumento de peso puede estar relacionado con episodios de estrés o cuadros de depresión. Una buena estrategia es visualizar lo que provocó el cambio en nuestro metabolismo, para poder mediar de ser necesario sobre los neurotransmisores como la serotonina y noradrenalina, que se elevan y generan un círculo vicioso en el organismo.
6. Hidratate

El tejido graso retiene líquido y toxinas. Entonces, el consumir abundante agua, frutas, verduras ayuda a eliminar los desechos corporales.

7. Movete chiquita movete

Aunque sea probable que nuestro cerebro y nuestras articulaciones “no quieran”, hacé todo lo posible por vencer esta barrera. La falta de deseo de hacer actividad suele ser una negación “lógica”. Por eso, es importante buscar alguna actividad que nos agrade y nos de placer. Luego de unas semanas, cuando nuestro cerebro comience a liberar Endorfinas, busquemos algo un poco más apropiado para quemar grasas y endurecer la masa muscular, sin provocar daño a las articulaciones.

8. No le robés horas al descanso y el relax

Un sueño reparador hace que nuestro cuerpo consuma las calorías necesarias. Además, al descansar nuestras funciones cerebrales, nuestro cuerpo amanecerá renovado y listo para la actividad diaria.
9.  Pensá a largo plazo

Hay una recomendación fundamental: los cambios logrados, lentos pero seguros, van encaminándonos a estar más saludables y estabilidad. Cambiar de hábitos, además, disminuye la posibilidad de rebotes de peso, uno de los problemas típicos de las dietas demasiado restrictivas.

10. Contá con ayuda profesional

El apoyo de un equipo interdisciplinario permitirá potenciar tus objetivos y servirá de sostén en los momentos de debilidad.

Por la doctora Gabriela Tortolo,

médica clínica y especialista en obesidad y síndrome metabólico,

del staff de La Posada del Qenti

Fuentes: Clarin.com

¿Qué consecuencias en la salud sufren las personas con sobrepeso?

¿Qué consecuencias en la salud sufren las personas con sobrepeso?

La obesidad es el quinto factor principal de riesgo de defunción en el mundo. Cada año fallecen por lo menos 2, sales 8 millones de personas adultas a causa de los inconvenientes que devienen del sobrepeso.

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Las consecuencias más comunes en la salud de estas personas son:

  • Enfermedades cardiovasculares como la cardiopatía y accidente cerebrovascular, los cuales fueron las principales causas de defunción en el 2008.
  • La diabetes que representa la enfermedad crónica más común en personas con exceso de peso.
  • Los trastornos del aparato locomotor dado por la sobrecarga de peso en huesos, more about causando diversas enfermedades degenerativas en las articulaciones.
  • Algunos cánceres como es el caso del cáncer de endométrio, mamas y el de cólon.
  • El riesgo de contraer estas enfermedades no transmisibles crece con el aumento del Indice de Masa Corporal (IMC).

Considerando estas consecuencias en la salud, La Posada del Qenti ha diseñado el Programa de Salud Gestión de Peso con excelentes resultados en hombres y mujeres con sobrepeso.

Nuestro equipo de profesionales de la salud brinda todas las estrategias personalizadas para el control de la alimentación, la actividad física y el manejo del stress; logrando como resultado la incorporación gradual y sostenida de hábitos saludables para alcanzar su peso ideal y por sobre todo, mantenerlo.

 Staff de La Posada del Qenti

Globesidad: ¿epidemia, endemia o pandemia? (parte 2)

Globesidad: ¿epidemia, endemia o pandemia? (parte 2)

El Sobrepeso y la Obesidad tienen un índice de mortalidad parecido o mayor que el ocasionado por las enfermedades relacionadas con el tabaco. Solo que en este caso todavía no es un veneno admitido y difamado con razón como los cigarrillos.

En general hemos olvidado como alimentarnos, sale convirtiendo éste acto sustancial, en un agente dañino y destructivo y no en una fuente de vida.

En el año 1900 las causas de muerte en EE.UU. eran en orden de importancia:

  1. Tuberculosis
  2. Neumonía
  3. Enfermedades diarreicas
  4. Cardíacas
  5. Hepáticas
  6. Apoplejía
  7. Cáncer
  8. Bronquitis
  9. Difteria

Cien años más tarde, los alimentos se encuentran totalmente industrializados con azúcares, edulcorantes, sales, grasas y toda una serie de químicos agresivos (incluso en algunos casos adictivos). Agravado esto con la proliferación de restaurantes de comidas rápidas provocaron que hoy el orden de importancia de causas de muerte sea:

  1. Enfermedades cardíacas
  2. Cáncer
  3. Apoplejía
  4. Enfermedades pulmonares
  5. Accidentes
  6. Neumonía
  7. Gripe
  8. Diabetes
  9. Suicidios
  10. Afecciones renales y hepáticas

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La mayor parte de estas tienen un denominador común: la mala alimentación y el sedentarismo, que produce sobrepeso y obesidad.

La Diabetes es una enfermedad, asociada a la obesidad, que provoca grandes daños al organismo y la padecen cada vez más personas. Incluso en mucho de los casos lo desconocen.

En los chequeos médicos que se realizan en La Posada del Qenti se ha la aparición de esta enfermedad, incluso en estados previos, que es muy importante atender a tiempo.

La Industria Alimentaria en EE.UU. es una poderosísima corporación donde lamentablemente la ética y la salud escapan de sus atributos. Tal es así que producen hamburguesas, pizzas, enlatados, pasteles, carnes de animales criados en corral con excesos de antibióticos que consumimos diariamente, gaseosas con exceso de químicos que afectan la función metabólica, chocolates y cereales, harinas y azúcares refinadas, que producen más del doble de las calorías que sus ciudadanos necesitan. Como toda esta producción debe ser ingresada al mercado de consumo se elaboran estrategias de marketing impresionantes, presentando inescrupulosamente a los alimentos como funcionales y engañando deliberadamente a los ciudadanos, como hicieron con los cigarrillos.

Esto es entendible si observamos que los capitales que explotaban el tabaco hoy migraron, en su mayoría, a la industria alimentaria manteniendo la misma falta de códigos del cuidado de la salud de las personas, privilegiando sólo el gran negocio económico que representan, no cuidando la salud de la población ni previniendo enfermedades, que luego deben ser atendidas por un mayor presupuesto en salud, y un desmejoramiento de la calidad de vida de las personas.

Otro desencadenante importante de ésta pandemia es el stress. Hoy lamentablemente convive con muchos de nosotros, quienes hacemos enormes esfuerzos para adaptarnos a las cambiantes situaciones laborales, económicas, políticas y personales.

El consumo excesivo de fármacos, sobre todo ansiolíticos, antidepresivos, etc. sin el debido soporte profesional, son también causantes de muchos de los problemas que afectan la función metabólica y por ende nuestra salud en general.

Todos estas afecciones son tratadas con Planes de Salud Especiales por el Centro Médico de La Posada del Qenti: Gestión de Peso, Gestión de Stress, Diabetes de tipo 2, Antitabaco y programas de Rejuvenecimiento Biológico, se desarrollan con éxito desde hace ya 19 años.

Ir a la primera parte

 

 

Globesidad: ¿epidemia, endemia o pandemia? – Parte 1

Globesidad: ¿epidemia, endemia o pandemia? – Parte 1

Para entender en concepto de Globesidad primero debemos conocer la diferencia entre epidemia, endemia y pandemia:

Se dice epidemia cuando una enfermedad se propaga durante algún tiempo en un país afectando a un gran número de personas. Endemia, en cambio, reina habitualmente o en épocas fijas, en un país o en un territorio mientras que una Pandemia se extiende a muchos países y ataca a muchas personas simultáneamente.

La AOA (American Obesity Association) ha identificado a la Obesidad como una epidemia internacional que se trasmite a través de la Globalización, o por lo menos mediante la prosperidad y la modernidad, con el avance exponencial y fenomenal de la tecnología.

El moderno estilo alimentario industrializado genera, indudablemente, las bases de un desorden sistemático que afecta gravemente nuestra función metabólica y a todo el organismo en general.

El procesamiento industrial afecta, sustancialmente, a nuestros principales alimentos (cereales , aceites, sal, azúcar, etc.), privándolos de nutrientes fundamentales y contaminándolos con sustancias indeseables. La fibra es una de las víctimas principales en los procesos industriales de refinación.

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La OMS (Organización Mundial de La Salud), ha observado e identificado este fenómeno y propone un nombre para designarlo Globesidad.

La Obesidad convive, lamentablemente, con una desnutrición descomunal y las clases más altas se adaptan a un modo de vida muchos más sedentario con la asociación de la tecnología; sobre todo a temprana edad, renunciando a las comidas caseras tradicionales, en beneficio de comidas rápidas e industrializadas. En el otro extremo las clases mas desfavorecidas por la economía sobreviven con muchas más horas de trabajo, poco descanso y falta de calidad de calorías necesarias.

Este es un concepto que desde hace muchos años tiene muy arraigado La Posada del Qenti, quiénes proponen que es mucho más importante la calidad que la cantidad de calorías que ingerimos, concepto que viene arraigado de las enseñanzas de uno de sus grandes educadores el Dr. Jorge Braguinsky. Existen, lamentablemente, profesionales mediáticos que todavía privilegian la cantidad de calorías que venden en cadenas de supermercados con una gran cantidad de contaminantes químicos, conservantes, saborizantes, colorantes, etc.

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