Alimentación saludable: Salteado de brócoli y ajos

Alimentación saludable: Salteado de brócoli y ajos

Ingredientes:

  • 1 atado de brócolis, elegirlos verde oscuro, sin flores amarillentas
  • 3 dientes de ajos
  • 2 cucharadas (20cc) de aceite de oliva
  • Sal y pimienta
  • Arroz integral o yamaní para  acompañar

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Preparación:   

Hervir los brócolis al vapor y dejar escurrir, luego cortar los arbolitos sin trozar demasiado. Pelar los dientes de ajo y cortarlos a lo largo.

En una sartén de teflón, colocar el aceite de oliva y agregar los ajos  dejando que dejen en el aceite su aroma  y presencia, inmediatamente agregar los brócolis y rehogar toda la preparación, salpimentar a gusto.

En un plato colocar una porción de arroz yamaní hervido y agregar los brócolis por encima.

Lic. Ma. Soledad del Boca

Área de Nutrición

La Posada del Qenti

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Alimentación saludable: Crema de pera y kiwi

Alimentación saludable: Crema de pera y kiwi

Ingredientes:

  • 3 peras grandes
  • 1  kiwi  grande
  • 1 gelatina diet de kiwi
  • 200 g Queso crema diet

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Preparación:

Cocinar las peras un poco y procesarlas. Pelar el kiwi y procesar mezclando con las peras. Agregar el queso crema. Preparar la gelatina de kiwi con menos agua de lo indicado y mezclar con las peras y kiwi. Servir en copas individuales y dejar enfriar.

Lic. Ma. Soledad del Boca

Área de Nutrición

La Posada del Qenti

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Hipertensión arterial, «el asesino silencioso»

Hipertensión arterial, «el asesino silencioso»

La hipertensión arterial se conoce como el asesino silencioso. Creo que esto en parte es correcto, pero lo que realmente «mata» es la falta de información y conciencia de la gravedad de esta enfermedad. Habitualmente se considera un problema pasajero, relacionado con estados emocionales («mi presión es nerviosa»), y no lo que realmente es: una enfermedad. El objetivo de esta página es darle información, ayudarlo a que tome conciencia y fundamentalmente a que aprenda a convivir sin miedo con su enfermedad.

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Hipertensión arterial como factor de riesgo

El paciente hipertenso raramente presenta su enfermedad en forma aislada sino que generalmente tiene otros factores de riesgo (son aquellos que, cuando están presentes, predisponen al desarrollo de la enfermedad cardíaca). Los más importantes son el colesterol elevado, la diabetes, el sobrepeso, el tabaquismo, el sedentarismo y los antecedentes familiares de hipertensión arterial.

¿Qué es la presión arterial?

El corazón actúa como una bomba que envía al organismo alrededor de 5 litros de sangre por minuto. Cuando el corazón se contrae, impulsa la sangre hacia las arterias. La presión más alta alcanzada se llama sistólica o máxima. Cuando se relaja, la presión más baja se denomina diastólica o mínima.
Una presión normal para una persona adulta es menor de 120/80 mm Hg o «12/8» (mm Hg [milímetro de mercurio] es la unidad de medida para la presión arterial).

¿Qué es la hipertensión arterial?

Lo primero y más importante que hay que destacar es que la hipertensión arterial es una enfermedad de la pared arterial, que se caracteriza por un aumento de su espesor con cambios en su estructura y aumento de la resistencia.

También es, junto con el colesterol elevado y el tabaquismo, el principal factor de riesgo para el desarrollo de enfermedad coronaria (infarto de miocardio o angina de pecho). Se considera que una persona tiene hipertensión arterial cuando después de controles reiterados de la presión arterial, ésta es igual o mayor de 140/90 mm Hg o «14/9».

Es importante destacar que no se puede hacer el diagnóstico de hipertensión ni determinar su severidad con una toma aislada de presión arterial.

En resumen, la hipertensión es una enfermedad de la pared arterial, un factor de riesgo de desarrollar complicaciones cardiovasculares y una cifra igual o mayor de 140/90 mm Hg o «14/9».

¿Cuál es la causa de la hipertensión arterial?

En la mayoría de los casos la causa se desconoce, pero existe un componente genético o hereditario que provoca que una persona la desarrolle en algún momento de su vida. Este riesgo aumenta aún más cuando ambos padres son hipertensos. En un pequeño porcentaje la causa es secundaria a algunas enfermedades del riñón, las glándulas suprarrenales y algunos medicamentos. Finalmente, una causa importante es el consumo excesivo de alcohol.

¿Qué medicamentos pueden subir la presión?

Algunos medicamentos, como las anfetaminas, las gotas nasales, los corticoides y el uso crónico de antiinflamatorios y los anticonceptivos orales, pueden producir un aumento de la presión. El uso crónico de antiinflamatorios, a los cuales habitualmente los pacientes no asocian con la presión arterial, puede causar aumento de la presión arterial por inhibición de la producción de una sustancia vasodilatadora, las prostaglandinas.

Es frecuente encontrar que en pacientes que tenían su presión arterial controlada, se vuelve más difícil su control por el uso de estas drogas. En ese caso lo conveniente es que le comente a su médico qué fármacos está tomando para ajustar las dosis o para que le indique fármacos que no producen este efecto sobre la presión arterial.
Los descongestivos nasales pueden provocar hipertensión porque contienen sustancias vasoconstrictoras que alivian la congestión nasal pero pueden provocar un aumento de la presión arterial.
Los anticonceptivos orales pueden producir hipertensión arterial en un 5% de los casos. Se asocian con hipertensión en las mujeres con sobrepeso o en aquellas que son mayores de 35 años. Si usted es hipertensa y los está tomando, lo primero que debe hacer es confirmar que sean la causa de su hipertensión, en cuyo caso deberá plantearse si no hay algún otro método anticonceptivo que sea mejor para usted.

«Mi presión es nerviosa»

Cuando uno le pregunta al paciente ¿cuál cree que es la causa de su hipertensión? La respuesta casi siempre es la misma: «Mi presión es nerviosa». Lamentablemente, ésta es la creencia de la gran mayoría de los pacientes hipertensos y los lleva a pensar que la hipertensión se debe a un estado emocional y no a lo que realmente es: una enfermedad de la pared arterial con engrosamiento de su capa muscular (hipertrofia vascular).

Estos cambios anatómicos hacen que una persona hipertensa reaccione en forma exagerada a situaciones de estrés (liberación de catecolaminas) y su presión llega a valores muy elevados.
Un ejemplo: dos personas sufren una misma situación de estrés; mientras que la persona normal presenta una elevación leve de su presión (su arteria es normal), la persona hipertensa presenta «un pico de presión arterial» (secundario a su pared arterial enferma). El estrés es similar en ambos, la diferencia está en las arterias.

Dr. Guillermo Fábregues

Fundación Cardiológica Argentina

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