La victoria sobre uno mismo (testimonio)

por | Mar 2, 2016 | Entrevistas, Gacetillas

La obesidad fue el mal compañero que tuve desde siempre. Desde muy niña pasé por dietas y diferentes tratamientos para bajar de peso. También hacía actividad física, sildenafil practiqué natación, karate y gimnasia en el colegio. Pero las dietas no daban resultado porque nunca estaba convencida de seguirlas. Era mi mamá o a alguien de la familia quienes me insistían para ir al nutricionista y siempre me terminaba boicoteando porque comía a escondidas o consumía alimentos que no debía comer.

Rocio Gomez Miraglia

Rocío Gómez Miraglia, mind Karateca

Fui una bebé prematura, nací con cinco meses y medio de gestación. Como los médicos no sabían si iba a vivir, pasé por varios tratamientos con corticoides para terminar de desarrollarme. Les estoy muy agradecida a los profesionales del Hospital Materno Infantil de Mar del Plata y a los del Garraham de Buenos Aires porque estoy viva y puedo ver. Cuando nací, no tenía los vasos sanguíneos de los ojos suficientemente desarrollados y tuve desprendimiento de retina. Me operaron, actualmente tengo miopía y astigmatismo, pero con lentes veo muy bien.

Con el tiempo, me di cuenta de que los boicots que me hacía cuando intentaba seguir una dieta se debían a que me sentía angustiada, sentía enojo y ansiedad. Esa angustia y enojo también se debían al maltrato y la discriminación que sufrí en el colegio, algo que hoy es conocido como “bullying”. Mis compañeros lo hacían por diversión, pero a mí me hacía mucho daño. Aunque no lo demostraba en el momento, cuando llegaba a mi casa lloraba durante horas y comía lo que encontraba.

En septiembre del año pasado, decidí hacer un cambio. Me di cuenta de que si no lograba cambiar mi estilo de vida y mejorar mi salud moriría, ya que la obesidad mórbida no tiene otra salida. Fue así que tomé la determinación de preocuparme y ocuparme de mí y junto a mi papá, Walter, empezamos a buscar por Internet lugares para poder hacer un tratamiento que me ayudara a bajar de peso. Encontramos un centro en Villa Icho Cruz (Posada del Qenti), donde realizan tratamientos de sobrepeso y obesidad, leí su plan y me gustó. El 4 de enero comencé un camino de 14 días de aprendizaje e incorporación de nuevos hábitos. Entré pesando 123 kilos y salí con 117.

Lo más difícil del proceso fue sortear las tentaciones, en el lugar donde hice el programa no había ningún quiosco. Lo que me ayuda mucho es la práctica demindfulness (una técnica de meditación) que básicamente consiste en estar en el aquí y ahora, pensar y saber lo que estás comiendo y no comer de más. Comer hasta estar bien.

Esta experiencia de reaprendizaje de los 14 días me ayudó principalmente a conocerme a mí misma y a empezar a prepararme para realizar el año que viene un viaje a Japón, para conocer los orígenes del deporte que hace tantos años practico: el karate.

Comencé a practicar esta disciplina a los 3 años, y a los 15 obtuve la categoría denominada de “primer dan” (cinturón negro) que aún mantengo. Me inicié en la práctica porque un primo, Matías, lo hacía y me pareció interesante. Mi sensei(maestro) se llama José Tomás Ramírez y practicamos en el Doyo, el salón dedicado a la actividad, del Club Deportivo Español de Villa Gesell.

En mis días de tratamiento en Icho Cruz tuve el gran honor de conocer a Giuliana y Eduardo Novak. Giuliana es una referente para mí en esta disciplina marcial, porque ella logró llevar al karate a casi lo más alto que un deportista puede llegar: obtuvo el quinto puesto en el ranking mundial y esto no es fácil, más siendo mujer. Ella me inspiró mucho.

El karate es muy importante en mi vida, me dio disciplina y respeto por el otro, y también me otorgó recursos para la defensa personal, pero sobre todas las cosas me ayudó a confiar en mí misma. Como todo deporte, tiene reglas, pero para mí es una filosofía de vida, porque me ayuda a ver las cosas de otra manera. Me brinda herramientas para poder sortear esos obstáculos que puede tener el camino de una manera más racional en vez de tomarla del lado de la confrontación.

Con este cambio en mi vida estoy muy entusiasmada, nada es imposible, todo lo que uno se proponga con ganas y de corazón sin que nadie te obligue a nada, se logra; y cuando se ven los resultados es algo totalmente maravilloso. Nadie te lo puede sacar porque solamente vos con tu esfuerzo y ganas lo lograste.

Fuente: lavoz.com.ar

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