COVID-19: ¿Esperar la vacuna o buscar otras alternativas?

por | Sep 3, 2020 | Gacetillas, Novedades

Desde el mapa político mundial se mantiene la visión, y la ilusión, de que para comenzar a volver a la normalidad necesitamos la vacuna contra el COVID-19. 

Pero viendo la nueva normalidad tenemos la obligación de preguntarnos si este hito ¿llegará a tiempo para evitar otros males tales como la caída de la economía, falta de control en pacientes, aumentos de patologías por causas del aislamiento, etc.? y por otra parte cuando sea lanzada para su implementación ¿será efectiva y segura?, ¿la inmunización será duradera?, ¿tendrá reacciones adversas, a corto, mediano o largo plazo?, ¿las personas querrán utilizarla?.

Para buscar respuestas a todos esto interrogantes comenzaremos analizando algunos datos importantes que nos marcan el contexto de salubridad en que vivimos:

  • Argentina es uno de los países con menor índice de mortalidad por COVID-19 en América. De hecho mueren muchas más personas (32.000) por año de neumonía o influenza.
  • Hoy contamos con un agravamiento de enfermedades crónicas y, en muchos casos, de las patologías psiquiátricas. Esta situación se profundiza por falta de atención adecuada en los centros de salud que están abocados casi con exclusividad a la atención pacientes con COVID-19.
  • También se están duplicando las muertes por enfermedades cardiovasculares con respecto a la época previa a la pandemia, dada la deficiencia en el seguimiento y control de este grupo de pacientes.
  • Además hay que considerar a nuestros niños que hoy transitan una mayor situación de estrés ya que sufren el encierro además de convivir las 24hs con nuestros problemas y la falta de contacto directo con sus pares.

Todos estos datos nos llevan a concluir que la nueva normalidad no es más ni menos que una pérdida en la calidad de vida de la sociedad y que poner todas nuestros esfuerzos y esperanzas en una vacuna cercana y eficaz es algo muy poco sustancial, dado que no será una solución mágica ni inmediata y que recuperar lo perdido va mucho más allá de lograr inmunidad contra el virus sea como sea.

Actualmente la información que tenemos sobre el desarrollo de los diferentes proyectos de vacunas, es que estos han acelerado los tiempos de estudio y elaboración con una velocidad nunca antes vista en la historia de la humanidad, incluso en algunos casos sin siquiera cumplir todas las fases del protocolo de investigación, lo cual denota por un lado, un impulso que se percibe más político que científico y por otro los intereses de las empresas farmacéuticas que han subido o esperan una suba extraordinariamente alta del valor de sus activos para los que lleguen primero a descubrir “la cura milagrosa”.

Hoy más que nunca pareciera que las ganancias políticas y de la industria opacan al avance científico riguroso y seguro exponiendo la salud de la humanidad a la expectativa de una carrera para ver “quién llega primero a la luna”, ¡no importa si llegamos bien, lo importante es llegar primero!

Otro punto importante, es que las vacunas se desarrollan con cepas del virus que quizás no sean las que imperen en el momento de la implementación, dada la alta velocidad de mutación que tienen algunos virus, lo cual podría restar efectividad en el proceso de inmunización.  

Las dudas son demasiadas. Nos alegramos todos por la aparición en tiempos récord de vacunas, pero la incertidumbre de su valoración como solucionador único y global, en plazos medianos de aplacar la pandemia simplemente no es veraz.

Hoy el camino más sólido que tenemos para recuperar lo perdido, es aprender a convivir con el virus y las pandemias que probablemente se hagan más frecuentes, no desde el pesimismo sino desde una perspectiva superadora que nos lleve a plantear protocolos de bioseguridad serios y profesionales para nuestras actividades, controles, seguimientos de pacientes, etc. Muchos de los cuales ya existen, en especial teniendo como aliados a las excelentes instituciones médicas con las que cuenta nuestro país, infraestructura, tecnología y profesionales de la salud.

La muy buena noticia es que se han desarrollado y se siguen investigando en el país, terapias y tratamientos para ayudar y mejorar a pacientes contagiados por Covid-19. Estos avances nos dan otra perspectiva diferente y esperanzadora, más allá de la vacuna. Sólo por mencionar tenemos  la aplicación de plasma humano, suero equino hiperinmune, y el ibuprofeno aerosolizado en casos puntuales y la lista de posibilidades se amplía cada día lo que nos deja un panorama para pensar más con cuidado que con miedo.

Nuestra salud y bienestar van mucho más allá que el covid-19, así como las expectativas a futuro pueden ir más allá de una vacuna.

Dr. Christian Leiva – MP. 31.209/1

Director Médico

La Posada del Qenti – Qenti Medical

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