El apetito emocional

por | Dic 8, 2014 | Alimentación Saludable, Gacetillas

Lo primero y fundamental, es identificar si nos alimentamos por necesidad, o por aburrimiento, tristeza, alegría, o frustración. Se considera que el hambre emocional es el hábito de comer sin tener realmente apetito, más bien como respuesta a sentimientos o emociones indeseables. El hambre fisiológica, se produce cada 3 o 4 horas y de allí la importancia de comer pequeñas porciones en pequeños lapsos de tiempo, para evitar llegar con más ansías a la siguiente comida.

A continuación planteo un interesante cuestionario que nos ayudará a identificar el hambre emocional. La última vez que comimos:

  • El hambre: ¿llegó de improvisto o lo hizo gradualmente?
  • Cuando tenemos hambre: ¿Sentimos la desesperación por comer lo que sea y de inmediato?
  • Cuando comemos: ¿Prestamos atención a lo que entra en nuestra boca o simplemente la llenamos a prisa?
  • Cuando tenemos hambre: ¿Podemos satisfacernos con alguna comida nutritiva? o ¿Necesitamos de cierto tipo de comida para lograrlo?
  • ¿Nos sentimos culpables luego de comer?
  • ¿Comemos al sentirnos enojados o cuando experimentamos alguna sensación de vacío emocional?
  • ¿Cómo superarlo?

Emociones-que-influyen-en-el-apetito1

Algunas Sugerencias:

  • Aprenda a reconocer al verdadero apetito. ¿Es éste físico o emocional? Si uno comió hace unas pocas horas y el estómago no protesta, probablemente no tenga verdadero apetito. Déle al antojo unos pocos minutos para que se pase.
  • Conozca sus detonantes del apetito. Durante los próximos días escriba lo que comió, cuánto comió, cuándo lo hizo y cómo se sentía en cada ocasión, y cuánta hambre sintió. Con el tiempo puede descubrir algunos patrones que se repiten y revelen conductas alimentarias negativas y qué detonantes se pueden evitar. Hacernos de un pequeño horario que no nos deje pasar hambre y así combatir nuestra latente ansiedad.
  • Busque en otro lugar para reconfortarse. Camine, disfrute de una película, escuche música, lea o llame a un amigo. Si piensa que el estrés relacionado con algún acontecimiento en particular lo está llevando hacia la heladera, intente hablar con alguien sobre ese tema para distraerse. Planee salidas que le sean entretenidas.
  • No tenga alimentos poco saludables cerca. Evite tener abundancia de alimentos con muchas calorías en la casa. Si tiene apetito o se siente triste posponga la ida al supermercado durante unas horas, de manera que esos sentimientos no influyan en sus decisiones en el momento de comprar.
  • Las colaciones también deben ser sanas. Si uno siente la urgencia de comer entre comidas, elija alimentos sin grasa y de bajas calorías, como fruta fresca, cereales, turrones, entre otros. O pruebe versiones de bajas calorías de sus comidas favoritas para ver si satisfacen su antojo.
  • Lleve una dieta balanceada, si no está obteniendo las calorías necesarias para tener energía suficiente. Así es más probable que no ceda a las emociones. Intente comer en horarios razonablemente regulares. Incluya alimentos de los grupos básicos en sus comidas. Incluya granos integrales, vegetales, frutas, productos lácteos descremados y fuentes de proteínas magras. Si uno ingiere estos productos tiene probabilidades de sentirse más satisfecho y por más tiempo.
  • Haga ejercicios regularmente y descanse adecuadamente. Su estado de ánimo es más manejable y su cuerpo puede combatir el estrés más efectivamente si está en forma y bien descansado.

Lic. Vanina Vela

Psicóloga, M.P.: 4266

La Posada del Qenti

 

Notas relacionadas

¿Dudas? Contáctenos



Presentamos nuestro libro Cómo alcanzar una vida plena y saludable, en el que reúne más de 70 artículos sobre nutrición, estrés, actividad física y buenos hábitos.


Escanea el código