5 Claves para una dieta baja en sodio

por | Dic 8, 2015 | Alimentación Saludable, Gacetillas

Diversos organismos mundiales de promoción de la salud, como la OMS, insisten cada vez más en la disminución del consumo diario de sal para prevenir y/o controlar la hipertensión arterial. Son vastos los estudios científicos que avalan dicha recomendación, y demuestran además la asociación de esta “silenciosa” enfermedad con otras del sistema circulatorio.

sal

La presión arterial es la que ejerce la sangre como fluido sobre las arterias. La hipertensión arterial es una enfermedad de la pared arterial, caracterizada por el aumento de la presión en forma crónica, alterando la estructura y función de dichas arterias. A mayor presión arterial existe más riesgo de padecer problemas cardiovasculares. La reducción de la ingesta diaria de sal es una de las principales recomendaciones junto con otras modificaciones del estilo de vida como mantener un peso saludable a través de una adecuada alimentación, ser activo físicamente. disminuir el estrés, y disminuir el consumo de alcohol.

La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de no más de 5 gramos de sodio por día, en nuestro país, el consumo es de 12 gramos diarios. Pero el sodio no sólo se encuentra en la sal de mesa; es componente de diversos conservantes, edulcorantes, saborizantes y otros aditivos alimentarios. Un gran consumo de alimentos procesados o productos industrializados o de productos con alto agregado de sodio como los productos de copetín, bocadillos, etc., estará relacionados con una alta ingesta de sodio sin que lo tengamos en cuenta realmente.

Es importante que tomemos una actitud responsable frente al consumo de sodio, eligiendo productos reducidos en su contenido, leyendo la información nutricional o los ingredientes de los productos para descubrir “ese sodio oculto” de los aditivos:

  1. Evitar el agregado de sal común mientras se cocina
  2. Reemplazar la sal por hierbas y especias y evitar llevar el salero a la mesa.
  3. Disminuir el consumo de alimentos preparados y en conserva, así como fiambres, embutidos y quesos duros.
  4. Aumentar la ingesta de frutas y vegetales e incluir lácteos descremados, disminuir la ingesta de alcohol
  5. Realizar actividad física en forma regular

Estas recomendaciones generales junto a un chequeo clínico frecuente son pilares para prevenir la hipertensión arterial y sus enfermedades asociadas, para el logro de una mejor calidad de vida

Lic. Anabel Ávila

Área de Nutrición

La Posada del Qenti

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