Es sabido que el cansancio crónico se siente en el cuerpo, rx provocando que las células de la piel no puedan cumplir sus funciones esenciales de nutrición, shop oxigenación y eliminación de toxinas, sickness quedando desprotegidas y manifestándose principalmente en la cara con síntomas tales como ojeras, ojos hinchados, párpados caídos y líneas de expresión acentuadas.

Para que la piel se mantenga tonificada, es necesario que las capas profundas estén hidratadas y oxigenadas. Y que el tono muscular mantenga moderados sus contornos.
Para ello existen numerosas opciones que ofrecen resultados óptimos ante el envejecimiento cutáneo y que también permitan alcanzar el relax:
- Descanso intensivo. 8 horas diarias es la base esencial para el cuidado de la piel.
- Baños de inmersión aromáticos. Elimina tensiones y logra un efecto relajante. Se utiliza principalmente lavanda, manzanilla, enebro y sándalo. El romero y la menta dan un efecto revitalizante.
- Masajes manuales. Aparte de ser una actividad placentera intensifica el ritmo circulatorio, relaja músculos eliminando contracturas y distiende la piel.
- Drenaje linfático manual. Disminuye tensiones y mejora la textura de la piel, actuando sobre las vías que llevan linfa (liquido que transporta y elimina las toxinas del organismo).
Estos cuidados ayudarán a sostener los niveles de colágeno y elastina, que funcionan como soportes imprescindibles para tener un piel fresca y saludable.
Lic. Paula Paz
De la quemadura solar al melanoma, la exposición a los rayos solares especialmente los ultravioletas A y B (uva y uvb), provocan cambios en la piel con riesgos de diferentes tipo de alteraciones. Pueden presentarse desde el eritema solar (enrojecimiento), envejecimiento (manchas amarronadas o lentigos) y nuevos lunares de aparición brusca, éstos pueden sufrir cambios de tamaño, color, forma, aspecto y picazón deviniendo a un cáncer de piel.
¿Es usted una persona con riesgo a producir un melanoma?. Todos pueden desarrollarlo. Su riesgo aumenta si usted posee una o varias de las siguientes condiciones:
- Fototipo claro (tipo I), piel, ojos y cabellos claros, se enrojece fácilmente con la exposición solar.
- Exposiciones repetidas y prolongadas al sol.
- Realiza tareas o vive en zonas geográficas de sol intenso, viento, tierra, etc.
- Antecedentes personales o familiares de melanoma u otros cánceres.
- Presencia de lunares (nuevos), en gran número, de forma tamaño y colores variados.

Ante la aparición o mutación de una lesión pigmentada con cambios en su aspecto habitual y que evoluciona rápidamente, hay que realizar una evaluación de tipo A-B-C-D-E:
- A: Asimetría (simetría-asimetría)
- B: Bordes ( regular-irregular)
- C: Color (único-múltiples)
- D: Dimensión (menos de 5mm o más de 5mm)
- E: Evolución (cambio de aspecto en pocos meses)
Todo debe llevarnos a prevenir para poder tratar el cáncer de piel y dentro de estos al melanoma. La protección solar es el método de prevención más eficaz. Aprender a “Disfrutar el sol y no sufrirlo”
La prevención es la clave, para ello tener en cuenta los siguientes tips:
- Utilizar un protector solar con alto factor de protección uva y uvb.
- Usar ropa adecuada de algodón y evitar la exposición en horas de máximo riesgo (de 11 a 15 hs).
- Evaluar regularmente sus lunares y otras lesiones sospechosas por un dermatólogo.
Ára de dermatología
La Posada del Qenti
La piel durante el correr de los años sufre cambios, no solo por el paso cronológico del tiempo, sino también por factores externos como el viento, el frío, las radiaciones ultravioletas, el uso de camas solares, la alimentación, el consumo de tabaco, etc. Éstos últimos se traducen en una involución cutánea precoz.

Con respecto a la piel después del invierno podríamos destacar que se caracteriza por la xerosis o sequedad debido a la disminución de la transpiración, calefacción y el cuerpo permanentemente cubierto por ropa. La piel del rostro puede encontrarse enrojecida debido a los efectos del viento y del sol, por lo cual se percibe más sensible que lo habitual y pueden molestar los jabones y las cremas.
Antes de exponer nuestra piel al sol debemos prepararla, brindándole una higiene profunda, humectación, pulido o exfoliación en caso de ser necesario, nutrición y sobre todo una buena y completa protección.Un secreto para la humectación corporal; Cremas con urea, ácido glicólico, vitaminadas y baños de algas.
Dra. Mónica Reyna
Dermatóloga
La Posada del Qenti
Cuando pensamos en las vacaciones sea en el mar o la montaña, algunas personas según su «fototipo de piel» nos consultan en el departamento de dermatología de la Posada, story sobre como pasar más tiempo al sol, sin padecerlo. Debemos conocer que tenemos 4 fototipos de piel que nos permiten mantenernos mas tiempo expuestos al sol, al aire, al viento ,al agua, etc. Ellos son:
Tipo 1: piel blanca, rubios, ojos claros, que a los pocos minutos de exponerse al sol la piel se vuelve roja, dolorosa y a las 48 hs. se descaman. Ellos deben usar filtros o pantallas 40 -50 con protección para U.V.A y U.V.B.
Tipo 2: piel blanca, pelo negro, ojos oscuros, cuyo enrojecimiento comienza a las horas de exposición. Ellos debes usar filtro o pantalla 20 -30.

Tipo 3: piel morena (trigueña), pelo negro ojos oscuros, con sufrimiento menor, pero debe considerarse la geografía, nivel del mar, resolana, etc. En el que se encuentre. Ellos deben usar filtro o pantalla 8-10-.
Tipo 4: colorido negro racial, pero que igual tienen sufrimiento solar, ellos solicitan a los dermatólogos protección para procesos inflamatorios post-solar.
Debe recordarse que después de las exposiciones hay que realizar examen de piel con el profesional dermatólogo, para prevención de fotoenvejecimiento prematuro, lunar o manchas blancas, amarronadas o negras, con el objetivo de prevenir principalmente el cáncer de piel.
Dra. Viviana Salazar
Dermatóloga de la Posada del Qenti y
Qenti Medical
En realidad, descongestionar y refrescar la piel, es un paso muy sencillo que puede realizarse en el hogar siempre y cuando no haya habido quemaduras importantes.
Generalmente cuando nos sorprende el sol en el rostro, en el escote, hombros y cuello es necesario recurrir de inmediato a cualquier método que nos aliviane la zona acalorada. Entre los métodos más efectivos, recomendamos aplicar varias compresas de gasa, impregnadas en infusión de manzanilla bien fría, lo que descongestiona en forma lenta, pero refresca de inmediato la zona afectada. También existen geles ricos en vegetales y hierbas, como malva, tilo, caléndula, hamamellis y pepinos, los que se deben aplicar seguido de las compresas, para evitar una inflamación mayor y aportar hidratación a la piel castigada. Para una solución más efectiva desde el gabinete de dermocosmiatría, los pasos son similares pero se los acompaña realizando el drenaje linfático manual, que ayuda a eliminar las toxinas acumuladas en la piel. Es muy frecuente que en la zona del escote se forme un prurito, que no se mejora en muchas horas, si es así se debe consultar al médico.

Posteriormente ya mejorada la afección, se hará una recuperación facial a los fines de restablecer la capa cornea, en la que se aplicará Vitamina C, por la pérdida de la elasticidad, juntamente con antioxidantes como la Vitamina E, también hidratante de alta efectividad y entre otros más, Silicio para restaurar y regenerar nuevos tejidos. Es importante que la persona afectada permanezca en ambientes frescos y que por varias horas no acceda a lugares de calor, como sauna,etc. y por supuesto suspender sus exposiciones al sol.
Posterior a estas quemaduras, se ve afectado el sistema inmunológico de la piel y se presentan distintas alteraciones que necesitan ser atendidas, como por ejemplo, lentigos solares que son manchas pardo amarronadas que aparecen en hombros, cuello, dorso de manos, cara-escote, éstas deben ser controladas, en especial si se obscurecen o cambian de textura. Otras lesiones solares frecuentes son manchas de color blanco nacarado que se ubican en brazos, piernas, cuello y escote, todas adquiridas por las inadecuadas exposiciones solares.
Por último, debemos recordar que es preciso informarse acerca de la forma correcta de tomar sol, los excesos que se cometen en largas exposiciones, los horarios inadecuados, la ignorancia sobre el daño solar acumulativo y la necesidad de protección. De esa manera se puede disfrutar de los beneficios del sol sin que la piel corra peligro.
Noemí Heredia
Dermocosmiatra
La Posada del Qenti
Una piel es sensible cuando reacciona ante determinados estímulos (tanto externos como internos). Las señales más frecuentes son: enrojecimiento, salve tirantez, picazón, sensación de calor, entre otras.
Existen diferentes grados de sensibilidad cutánea:
Piel sensible: La piel se enrojece, tira, pica. Estos síntomas son la forma que tiene la piel de expresar su sensibilidad natural. A veces se nace con esa sensibilidad (las pieles muy claras, pieles de personas pelirrojas, pieles secas y finas, pieles atópicas, con antecedentes de eczema en la infancia).
Piel intolerante: La pile se irrita ante la más mínima agresión, se descama y arde. Pueden aparecer áreas enrojecidas de forma permanente. Esta es la manera que tiene la piel de decir que no tolera más. Agresiones como exceso de sol, olas de frio, productos de higiene decapantes, cosméticos agresivos, habitualmente toleradas por piel normal, se vuelven insoportables para este tipo de piel.
Piel alérgica e hipersensible: en algunos casos la piel hipersensible puede reaccionar volviéndose alérgica a los productos que hasta entonces soportaba perfectamente. Un perfume, un conservante, o un simple filtro de un producto cosmético pueden provocar reacciones alérgicas agudas: picazón, rojez, erupción cutánea, eczema, urticaria de contacto. Esta es la forma que la piel tiene de expresar su hipersensibilidad.

Consideraciones generales cuidado de la piel sensible
Si tu piel tiene alguna de estas características consulta con tu dermatólogo para ver que tipo de sensibilidad tiene tu piel y así poder optar por el tratamiento mas indicado.
Algunos gestos son fundamentales para cuidar la piel intolerante y mantener diariamente su confort:
- Limpia la piel suavemente, usando productos que respeten el equilibrio fisiológico de la piel.
- Usa productos especiales para la piel sensible.
- Un tónico suavizante y calmante, como primer paso para refrescar la piel por la mañana y completar la limpieza.
- Utiliza agua termal rica en selenio, para fijar el maquillaje, como toque final, con una ligera pulverización a 25 cm del rostro.
- Usa siempre protección contar los rayos solares, sea cual sea la estación del año, elige un cuidado diario que incorpore un filtro solar. Te permite mitigar los efectos adversos del sol, acelerador del envejecimiento cutáneo.
Para más información, no dudes en consultar a tu dermatólogo.
Dra. Mariela Alvarez
Área de Dermatología
La Posada del Qenti, Medical Spa & Resort.