¿Existe un vínculo entre el consumo de alcohol y las enfermedades crónicas?

¿Existe un vínculo entre el consumo de alcohol y las enfermedades crónicas?

La situación de pandemia que estamos viviendo nos obliga a todos a modificar nuestros hábitos y rutinas, lo que nos afecta emocionalmente y puede provocar un aumento del consumo de bebidas alcohólicas. 

El consumo de alcohol es uno de los principales factores de riesgo prevenibles de las enfermedades crónicas no transmisibles (cardio y cerebro vasculares, trastornos metabólicos, etc). 

Su consumo excesivo a lo largo de la vida produce un aumento en la acumulación de grasa abdominal, aumentando el perímetro de la cintura y, en algunas ocasiones,  aumentando el  peso corporal, dando lugar al sobrepeso u obesidad, lo que  incrementa el riesgo a padecer enfermedades.

El alcohol es una sustancia con calorías vacías.

Es importante tener en cuenta, que cuando se bebe alguna bebida alcohólica se está reemplazando alimentos potencialmente saludables con calorías que no aportan nutrientes y no son aprovechadas por el organismo.

Muchas veces, estas bebidas se asocian a otras, normalmente ricas en azúcares, como gaseosas, jugos de fruta industrializados, pulpas de fruta enlatadas, aumentando aún más las calorías vacías de la bebidas (azúcares refinadas y alcohol).

Recomendaciones para cuidar el consumo de alcohol:

  • Limitar su consumo durante la semana.
  • Considerar el alcohol como sustancia de consumo ocasional: en un cumpleaños, en una comida familiar, en un evento.
  • Cuidar la cantidad que consumimos: disfrutar la porción y no repetirla.
  • Elegir bebidas que no requieran ser mezcladas con otras ricas en azúcares.
  • Elegir la copa de alcohol o el postre, para evitar excesos en la comida.

Todos los alimentos y bebidas pueden consumirse, no existen prohibiciones, siempre cuidando la cantidad y calidad de lo que consumimos, y así nuestros cuerpos.

 

Lic. Lanzeni Sofía

MP:3672

Área de nutrición de La Posada del Qenti

9 formas de relajarte en la naturaleza y reducir el estrés

9 formas de relajarte en la naturaleza y reducir el estrés

Relajación en la naturaleza

Si pasas mucho tiempo detrás de las pantallas, quizá hayas olvidado como relajarte en exteriores.

Salir al aire libre te ayudara a  aliviar el estrés o la ansiedad y mejorar tu salud y bienestar. Te daremos algunos consejos para pasar tiempo en la naturaleza y aprovecharlo de la mejor manera.

A continuación te presentamos 9 actividades relajantes que rejuvenecerán tu mente, desde las más sencillas hasta las más transformadoras.

1) Disfruta del paisaje

Acostumbramos a ver películas en televisores 4k, 5k, 8k, que deslumbran nuestra imaginación, pero los espectáculos más alucinantes no siempre se encuentran en una pantalla. ¿Cuanto hace de la última vez que te levantaste temprano a ver el amanecer o intentaste escalar la montaña más cercana para ver la puesta del sol?

Visualizar un hermoso paisaje por la mañana te prepara mentalmente para tu día o te ayuda a aliviar el estrés después de un día ajetreado al acostarte.

2) Pasea por lugares naturales

Sabemos que caminar es importante para mantenerse activo y con buena salud, pero no todos los paseos son iguales. No es lo mismo caminar rápidamente por calles urbanas, que la satisfacción mental de hacer senderismo por una ruta local o sentir la arena de la playa entre los dedos de los pies.
No es necesario que elijas un destino especifico ya que no estas buscando una distancia concreta, sino que encontraremos un descanso en el mundo natural que te rodea. Los japoneses lo llaman «Baño forestal» y ten por seguro que ayuda a rejuvenecer una mente extenuada.

3) Escucha la música relajante

Y no estamos hablando precisamente de ponerte los auriculares. Te sugerimos que los dejes en casa y escuches las melodías que ofrece la naturaleza. El murmullo de los arroyos, el canto de las aves, el viento en los árboles, los sonidos de animales ocultos escabulléndose entre la espesura. Sin lugar a dudas, esto es mucho más relajante que los sonidos de los autos y los avisos de mensajes de texto a los que estás acostumbrado.

4) Practica el Yoga

Esta actividad aporta muchos beneficios físicos, como es el estiramiento del cuerpo y fortalecer la musculatura abdominal. Además, te ayudará a relajarte, y mucho más si estás en un ambiente natural. Según estudios, practicar yoga en la naturaleza puede aumentar el flujo de endorfinas y elevar el ejercicio a niveles completamente nuevos.

5) Saca los libros afuera 

Si tenes que estudiar o simplemente te gusta mucho leer, es importante que te alejes de luces fluorescentes y lo hagas bajo el lindo cielo azul que te ofrece un espacio sumamente tranquilo. Estos entornos naturales pueden mejorar tus capacidades cognitivas como la memoria y la resolución de problemas. Por ejemplo si deseas retener información para un examen o dar con la forma de captar un cliente valioso en el trabajo, puede que te resulte mas sencillo, conseguir tus objetivos rodeado de aves y árboles, en lugar de en compañía de otros estudiantes y compañeros de trabajo charlatanes.

6) Salí de Picnic

Carga una cesta con tus alimentos saludables favoritos y disfrute de un almuerzo campestre entre la flora y la fauna. Un picnic es la forma perfecta de pasar tiempo de calidad con amigos y familiares sin las distracciones del mundo moderno. Además, ¿sabías que la naturaleza facilita las relaciones sociales con otras personas?

7) Dormí bajo las estrellas

¿Que tal si desconectas un par de días y convertís la naturaleza en tu hogar?
Podes irte de campamento a algún lugar en donde incluso no tengas cobertura móvil, esto te ayudara mucho a sacarte el miedo de creer que estas perdiéndote de algo. Si no agradan las acampadas agrestes, proba un camping de lujo, donde podrás disfrutar de algunas de las comodidades que más te gustan, pero seguirás apartado de todo. Y en lo posible deja todos los aparatos de la alta tecnología en casa.

Y si todo esto no funciona…

8) haz una lista de cosas que hacer antes de morir

Si la belleza del bosque o las olas rompiendo en la playa te llenan, hay mucho más por explorar. Los colores de la aurora boreal, las alturas de Kilimanjaro, las profundidades del Gran Cañón. Haz una lista con las maravillas naturales que desea ver y planifica cómo empezarás a visitarlas, de una en una estas maravillas no solo te ayudarán a relajarte, sino que también te servirán de inspiración.

9) Saca tu oficina al aire libre
Si haz estado pensando en cambiar de trabajo, considera un puesto en el que no tengas que estar encerrado entre cuatro paredes de nueve a cinco.

Hay muchos empleos que te permiten trabajar en el exterior todo el día. Por lo tanto, si sentís que su estilo de vida actual no te ofrece la oportunidad de conectar con el mundo natural que tanto te gusta, considera la posibilidad de convertir el exterior en tu oficina de todos los días.

Es genial salir de casa y realizar actividades en exteriores pero asegurarte también de relajarte.

Empieza de a poco programando tiempo con algún amigo para probar una de las 3 primeras ideas. A continuación, y a medida que el aire libre se vuelva más importante en tu vida, planifique viajes a destinos más lejanos, por ejemplo, un picnic o incluso una acampada.

¡Respira profundamente y con calma en la naturaleza para mantenerte sano por siempre!

 

¿Cuáles son los riesgos de fumar ocasionalmente?

¿Cuáles son los riesgos de fumar ocasionalmente?

Estudios de la Facultad de Medicina de Penn State y de la Universidad de Duke indican que las personas que se consideran fumadores ocasionales también cumplen con los criterios de la adicción a la nicotina y que, por tanto, pueden tener una gran dificultad para abandonar el hábito sin ayuda.

«Sorprendentemente, casi dos tercios de los que fumaban solo de uno a cuatro cigarrillos por día eran adictos, y alrededor de un cuarto de los que fumaban menos de una vez por semana eran adictos», argumenta Foulds.

Antes se creía que para tener adicción a la nicotina era necesario fumar mas de 10 cigarrillos por día, pero este estudio demuestra que incluso aquellos que no fuman todos los días, también son adictos.

El consumo ocasional de tabaco suele ser un estado de transición hacia otros patrones de consumo más intenso o frecuente. Este trabajo describe las características sociodemográficas, los hábitos de vida relacionados con la salud, y la historia de consumo de tabaco de los fumadores ocasionales, y examina si éstos presentan diferencias con los que consumen tabaco a diario.

Fumar poca cantidad y con menor frecuencia es menos dañino que fumar mucho, pero aún así conlleva riesgos significativos para la salud y las personas que lo hacen, también son adictos a los cigarrillos», explicó Jonathan  Foulds, profesor de Ciencias de la Salud Pública y de Psiquiatría y Salud Conductual de la Universidad de Penn State.

En su trabajo, publicado en la revista científica American Journal of Preventive Medicine, los investigadores examinaron un conjunto de datos existentes de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), que incluía a más de 6.70. fumadores que habían sido evaluados para averiguar si cumplían con los criterios para el trastorno por consumo de tabaco.

Se encontro que el 85% de los fumadores de cigarrillos diarios eran adictos en cierta medida, ya sea una adicción leve, moderada o grave, reportó la agencia de noticias Europa Press.

Los fumadores ocasionales tienen características sociodemográficas, hábitos de vida e historia de consumo de tabaco diferentes a los que consumen tabaco diariamente. Estas diferencias sugieren que deben realizarse programas de investigación e intervención dirigidos de forma específica a los fumadores ocasionales.

Anteriormente en otras investigaciones, se comprobó que que quienes no fuman a diario, suelen intentar dejar la adicción antes que los que fuman todos los días. De igual manera, estos podrían necesitar de un tratamiento para dejarlo con éxito. Sin embargo, no está claro hasta qué punto la. intervenciones actuales son eficaces para los fumadores ocasionales», concluyó Oliver.

8 Signos que indican que tenemos bajas nuestras defensas

8 Signos que indican que tenemos bajas nuestras defensas

Defensas Bajas

8 Signos que pueden alertarnos

Nuestro sistema inmunitario, también conocido como sistema inmunológico está compuesto por una amplia variedad de órganos, células y moléculas distribuidas por todo el cuerpo, que son  responsables de proteger el organismo de agentes extraños entre muchas otras funciones. 

Este complejo sistema va mucho más allá de defendernos contra elementos externos, también nos protege de “nosotros mismos” en caso de alteraciones como el cáncer.

Entre sus componentes está el sistema linfoide, que incluye a los ganglios linfáticos, el timo y el bazo que están limitados por cápsulas de tejido conectivo. Nuestra primer barrera de protección es la piel, pero luego de esta, la segunda y la tercera líneas de defensa contra los patógenos es nuestro sistema inmunitario

Cuando las personas hablan de «defensas bajas» suelen hacer referencia al deterioro del sistema inmunitario entendido como la defensa natural del cuerpo contra infecciones por bacterias y también contra los virus entre otras cosas.

Pero como dijimos, este complejo y vasto sistema, va más allá de protegernos de los gérmenes; pero tomando esa forma popular, cuando el sistema inmunitario está debilitado, se dice que “las defensas están bajas” o que se tienen bajas las defensas, haciendo referencia a la mala capacidad de protegernos de dichos microorganismos.

Síntomas de defensas bajas

Existen algunos signos de alarma que pueden hacernos pensar que por alguna razón, nuestro sistema de defensa no está trabajando de la forma correcta. 

Veamos algunos de ellos, pero teniendo en cuenta que estos síntomas pueden derivar de otros procesos y patologías, siendo nuestro médico quien pueda despejar esas dudas u orientarnos al respecto.

  1. Infecciones frecuentes. Como una de las funciones es protegernos de las infecciones, tenerlas de forma recurrente es uno de los principales síntomas a tener en cuenta, dentro las las comunes tenemos a las amigdalitis y herpes de forma recurrente. También pueden aparecer infecciones respiratorias a repetición o complicaciones de cuadros simples llegando a Gripe.
  2. Fiebre y escalofríos frecuentes. También relacionados al punto anterior pueden hacernos sospechar.
  3. Aftas bucales. También pueden asociarse otros síntomas digestivos tales como Náuseas y vómitos.
  4. Ojos secos.
  5. Cansancio excesivo.
  6. Diarrea por más de 1 semana.
  7. Manchas en la piel (pueden ser manchas oscuras, rojas o blancas).
  8. Caída de cabello.

Además de los mencionados, el dolor de cabeza recurrente, sangrados de nariz y mareos frecuentes podrían ser señales de un sistema inmunitario debilitado.

Las causas

No suele haber una causa única. En general son varios los factores que pueden combinarse y llevar a una falla de este importante sistema.

Por ejemplo, los trastornos del sueño o un tiempo de descanso insuficiente y poco eficaz, pueden debilitar el sistema inmune. Además el estrés y la ansiedad suelen ser factores a tener en cuenta. Enfermedades crónicas como SIDA y Diabetes, solo por destacar algunas pueden mermar las defensas del organismo. También algunos fármacos como antibióticos o corticoides entre otros. En fin, la lista puede ser muy larga; por eso ante estos síntomas lo mejor es acudir al médico para control.

Finalmente, una alimentación equilibrada, sueño adecuado y la
práctica regular de ejercicio, junto al control de estrés pueden
fortalecer tu sistema inmune para prevenir enfermedades.

 

Dr. Christian Leiva

Director Médico

  1. 31.209/1
El desayuno, ¿Es la comida más importante del día?

El desayuno, ¿Es la comida más importante del día?

“Desayunar como un rey, almorzar como un príncipe, y cenar como un mendigo”.

¿Tendrá algo de cierto?

Desayunar como dice la palabra (Des – ayunar) significa romper con el ayuno que se produce entre la cena y la primera comida posterior a las horas de descanso.  Cuando despertamos, tenemos una limitada cantidad de glucosa (energía) para utilizar, pasado los 45 minutos de comenzado nuestro día la cantidad de glucosa se agota y entramos en lo que se puede llamar un ayuno prolongado, si es que en ese tiempo no hemos desayunado, en el cual nuestro cerebro  detecta esta falta de “combustible” y entra en un estado de alerta ya que necesita guardar la mayor cantidad de energía porque no sabe cuándo va a poder reponer las reservas perdidas.  Como consecuencia de esto cuando volvemos a consumir un alimento nuestro organismo lo almacena como grasa (que es una reserva de energía más grande que la de glucosa) para que en futuras ocasiones que ocurra lo mismo tenga reservas  para obtener energía. 

Todo este proceso trae grandes consecuencias para nuestro organismo ya que comenzar la jornada sin nada en el estómago se relaciona con una menor capacidad de concentración y rendimiento intelectual, peor humor y sensación de cansancio, favorece el estreñimiento y aumenta el riesgo de obesidad, diabetes e infartos

Una excusa muy común entre aquellos que no toman nada por la mañana es que cuando se levantan no tienen hambre. ¿Se han parado a pensar que quizá cenan demasiado? Durante la noche se retrasa el vaciamiento del estómago, lo que ralentiza el tránsito intestinal. 

Cuando la cena se hace tarde y muy copiosa, es lógico levantarnos con pocas ganas de comer, pero, si no comemos nada por la mañana se contribuye a perpetuar el círculo vicioso ya que se ha demostrado que las personas que no desayunan tienen mayor acumulo de apetito a lo largo del día, en especial durante la tarde/ noche.

Una de las características de las personas que consiguen perder peso y mantenerlo es precisamente que hacen un buen desayuno. Cuando hay un ayuno prolongado y luego comemos mucho, es más fácil que esas calorías se acumulen en forma de grasa. Para mantener el equilibrio hay que hacer, al menos, cuatro comidas al día (desayuno, almuerzo, merienda y cena).

 ¿Qué se considera hacer un buen desayuno? 

Un buen desayuno debe estar compuesto por:

  • Un producto lácteo, puede ser leche, yogurt, quesos o huevo ya que nos aportan proteínas e alto valor biológico y contribuyen a darnos mayor saciedad.
  • Cereales (panes integrales, de salvado, multicereal, frances, copos de maiz o fribras ), alimento clave que provee carbohidratos como fuente de energía y proteínas para mantener músculos y otros órganos. 
  • Frutas, llena tu día con vitaminas y antioxidantes. Las frutas también te aportan fibra, esenciales para una buena digestión. 
  • Agua, es importante siempre comenzar a hidratarnos de a poco desde que empezamos nuestro día para así lograr consumir los 2 litros de agua por día.

En conclusión, el desayuno es la comida más importante del día ya que nos permite proveer a nuestro organismo de nutrientes y energía para mantelo activo el resto del día. 

…y vos, ¿Ya desayunaste hoy?

Lic. Danila Macaren Alonso

M.P.: 4079

Área de nutrición de La Posada del Qenti

 

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